Primer paso: tómate los anti-psicóticos
¿Los tienes a mano? Si no es así, seguramente estarán en el botiquín del baño, o en uno de los cajones de tu mesilla de luz. Los podrás identificar por su nombre extraño (Leponex, Zyprexa, o algo similar). Pero por supuesto, hasta que hagan efecto pasará algo de tiempo. Así que mientras tanto, tendrás que seguir con el siguiente paso.
Segundo paso: Evalúa las verdaderas intenciones del pato
¿Son sus intenciones realmente homicidas? ¿Seguro que no está simplemente de mal humor porque su equipo de fútbol ha perdido por goleada el último domingo? Los patos son grandes aficionados al deporte rey, y una decepción así puede dejar mala cara a cualquiera.
Para saber si realmente el pato quiere acabar con tu vida, fíjate si lleva algún tipo de arma. Tratándose de un pato, debería llevarla en el pico, y probablemente se trate de una granada, una bomba atómica, una ballesta o una cuchara. Si tiene las cuatro al mismo tiempo, puedes estar seguro de que su intención es causarte algún tipo de daño físico. Si tiene una o dos, lo mejor será preguntarle. Si no tiene ninguna (o tiene alguna pero cuando se le preguntó, su respuesta fue que no tenía ninguna intención homicida), entonces podemos estar tranquilos.
¿Por qué cortarme las uñas de los pies con los dientes?
Por supuesto, es muy probable que sea una acción algo extraña. Puede que pienses que esto no sea tan urgente como evitar que el malvado pato te ataque. Quizás creas que en este momento sería mejor intentar desarmar al animal, o negociar con él para que abandone la violencia. Sin embargo, estás olvidando una cuestión fundamental: ¿alguna vez viste a un pato atacando a alguien que se estuviera cortando las uñas de los pies con los dientes? ¡Claro que no! Por lo tanto, es evidente que esta acción tiene un 100% de efectividad para resolver esta situación. Así que no preguntes más y pasa a la siguiente sección.
Tercer paso: Muérdete las uñas
Si tus dientes están debidamente afilados (¿recordaste afilártelos esta mañana, verdad?), lo más probable es que resulten tremendamente efectivos. Si no consigues flexionarte lo suficiente para llegar a tus extremidades inferiores, dile al pato que espere un momento. Apúntate a unas clases de yoga. Practica todos los días durante un mes. Vuelve a la habitación (el pato estará aún allí, créeme, lo digo por experiencia) y retoma este paso.
¿Y ahora qué?
Llegados a este punto, lo más probable es que haya ocurrido alguna de las siguientes opciones:
1. El pato no se inmutó por tus acciones, te atacó y te provocó una muerte rápida.
2. El pato, sorprendido por tu capacidad para cortarte las uñas de los pies con los dientes, ha dejado las armas y ha decidido apuntarse a una ONG para salvar a las ballenas.
3. Los anti-psicóticos te han hecho efecto. El pato ha desaparecido.
4. Los anti-psicóticos te han hecho efecto. El pato sigue allí, sigue armado, y tiene cara de estar muy molesto.
Por lo tanto:
* Si se dio la opción 1, lo sentimos, este manual no te ha servido. Has muerto, pero al menos puedes pedir que te devuelvan el dinero.
* Si se dieron las opciones 2 y/o 3, felicidades, has conseguido tu objetivo. No olvides recomendar este libro a todos tus amigos y familiares.
* Si se dio la opción 4... ¿¿¿Qué??? ¡¡¡Joder!!! ¡¡¡Sal de allí!!! ¡¡¡Corre por tu vida!!!