Prueba de Ingreso al-Hamis

Cuando te llego al invitacion de parte de tu conocido, nunca esperaste conocer instalaciones mas inusuales.

Acababas de descender casi 400 pisos, para superar una simple prueba de ingreso.
Es algo que sale de todo tipo de razonamiento.

Cuando el ascensor se detiene, su puerta se abre, y te deja al descubierto una sala de espera, compuesta por tres grandes seillones esponjosos, y un escritorio, en donde descansa una bella señorita pelirroja.

Aquella señorita te mira detenidamente. Y por por fin comenta:

"Señor Al-hamis?...le estabamos esperando, por favor tenga la amabilidad de tomar asiento"


Los sillones estan desocupados, la sala iluminada por solo una tenue fuente de luz en medio de ella.

Sobrecogido por la sorpresa, Abyd mira a su alrededor con cara de asombro, empiezan a circular por su mente las peores sitauciones posibles...

(le habrian traido para ejecutarlo alli?)

(seria posible que el ejercito de Sadam hubiese hecho hablar a su padre?)

(le habria traicionado el general que descubrio su secreto?)

(lo podria volver a ver?)

(por que no salir de alli corriendo?, necesito aire, aire....)

Llega a la habitacion oscura, y cuando observa a la chica pelirroja un color magenta se asoma a sus mejillas, desde siempre ha tenido un anclaje negativo cuando se acercaba a una mujer, fue a echar mano de su laud par arreglar el problema, pero no estaba asi que el pequeño chico mostraba en su cara un gesto tembloroso, cuando Vaco le toco la pierna con su hocico, para que pudiera reaccionar...

con una voz suave, y vacilante, le responde:

-Gra...,gra...,gracias...

mientras se sienta en el sillon.

Con una mirada perdida acaricia el pelaje suave de Vaco, mientras trata de mirar hacia la chica, y evitar sus ojos.

Vaco, da un leve aullido, un ancalje que le sirve a Abyd, para erguirse y sacar pecho, con un pequeño valor añadido... le dice a la señorita:

- ¿que es lo que tengo que hacer exactamente?

Y esta vez si, le mira fijamente a sus ojos, con el cejo fruncido, el cuerpo retirado hacia atras en el sillon, y las manos en ojiva... como si se tratase de otra persona...

(Permitire que controles a Vaco, por que te veo capaz de ello, generalmente el master mueve a la mascota)

La joven y bella recepcionista se inclina sobre la mesa mirandote fijamente, pone sus blancas manos sobre la mesa y te dice.

"Señor Al Hamis, si usted no lo sabe, que puedo saber yo?"

Esta respuesta evasiva te suena levemente agresiva, al parecer esta ocupada en otros asuntos.

La puerta del asensor se abre nuevamente, de ella desciende un tipo vestido con un kimono blanco, cinta negra amarra el traje, en su rostro un tatuaje del sol naciente en rojo sangre cubre toda su frente.

"Bienvenido, aqui comeinza tu prueba, soi Genzo el encargado de probarte"

El tipo de rasgos orientales no superaba los 40 años, su pelo cortisimo de un negro sombrio y sus ojos profundos como lagos te hipnotizan.

"Sigueme"

El oriental se agacha en el suelo y descorre la alfombra que cubria toda la habitacion, bajo esta hay una trampilla de metal, que este abre hacia ariba por medio de un sistema de bisagras. Cuando aquel aujero esta abierto, el tio del kimono desaparece de tu vista, se ha lanzado dentro.